En Japón, un hombre de 46 años invitó a su casa a una chica de tan solo 16 años, después de que esta huyera de casa. Después de varios días de búsqueda por parte de la policía, encontraron a la chica y abrieron un caso en contra de este hombre por secuestro.
Una invitación por internet
Según los reportes, la adolescente y el sospechoso se seguían en redes sociales y hablaban por este medio de vez en cuando. Hasta entonces, no se conocían en persona, pero, un día, la adolescente publicó que había huido de casa y que necesitaba un lugar en el cual quedarse, a lo que el hombre respondió invitándola a quedarse con él sin ningún coste.
La búsqueda de los padres
Al día siguiente, la adolescente fue reportada como pérdida por sus padres y, con el apoyo de la policía, dieron con ella casi una semana después.
Al saber que la menor había respondido a la invitación de un desconocido que conoció en internet, el caso fue tomado inmediatamente como un posible secuestro, haciendo que la fuerza policial prestara especial atención al caso, así como los portales de noticias.
Por suerte, cuando al fin dieron con ella, no presentaba ninguna herida, y afirmó que no fue lastimada de ninguna manera, por lo que el caso no pasó a mayores. Aun así, debido a que este hombre conocía la edad de la chica, el caso sigue siendo tratado como un secuestro.
Los cargos contra el acusado
El acusado admitió todos los cargos, y afirmó que sintió lástima de la pobre chica que se había visto en la necesidad de escapar de su hogar. Comentó que se sentía solo y triste, y que pensó que la chica sería una buena compañía en lo que se reconciliaba con sus padres.
Este caso ha desatado muchos debates sobre si el acusado debería responder a una condena o no, ya que, si bien no parece haber daño físico hacia la chica, esta sigue siendo menor de edad. Por otra parte, muchos discuten sobre las decisiones de la chica, al huir de casa y confiar en un desconocido de internet.
Otros casos similares de «secuestro»
La mayor preocupación sobre este caso surgió del hecho de que, este año, ha habido casos muy similares, de menores de edad huyendo de casa, que tienen un final un poco más trágico. O que, en vez de huir por su propia cuenta, fueron convencidas por estas personas, que posteriormente se aprovecharon de la situación.
Aunque, curiosamente, como ocurre en este caso, hay varias noticias en las que sí fueron bien recibidas, sin que ocurriera nada malo. Pero, por supuesto, estos son casos más aislados.
El caso de la colegiala de Nagoya
Uno de los casos que más llamó la atención fue el ocurrido en el barrio de Naka, en Nagoya. Se trata de una chica que también huyó de casa, pero que, en vez de irse con alguien de internet, se fue a vivir en casa de un ex-host de un bar de 21 años.
Estos “host” son personas que trabajan en los bares como acompañantes de bebidas, incitan al cliente a beber más y comprar las botellas más caras, y hacen lo posible por sacarle todo tipo de regalos a sus clientes. Por la forma en la que se aprovechan de sus clientes todo lo que pueden, mientras les coquetean, actuando casi como parejas, este tipo de hombre suele ser muy peligroso, ya que puede dejar sin un centavo a las chicas con las que trata en el trabajo y luego irse.
En este caso, el ex-host aprovechó la situación vulnerable de la chica y la invitó a quedarse con él. Apenas se le terminó el dinero a la chica, comenzó a abusar de ella, hasta que finalmente fue descubierto.
En su interrogatorio, él simplemente afirmó que no sabía que la chica era menor de edad, y que no había hecho nada indebido.
Otro caso en Tokio
En este caso, fue un hombre de 34 años, quien conoció a una chica de 16 en un videojuego online, que huyó de casa un tiempo después de conocerlo.
La estancia de la adolescente en casa de este hombre fue de 3 meses, y hasta el día de hoy, no se ha dado una solución a su caso, y la prensa no ha dado mayores detalles sobre si la chica tuvo algún tipo de herida, o sufrió de algún abuso durante este tiempo.
Sin embargo, la falta de declaraciones de la chica es justamente lo que más hace dudar, y lo que desata la polémica en este caso, puesto que no se sabe si está siendo presionada para no hablar sobre algo que pasó, o si, por el contrario, no le permiten hablar en su defensa.
De cualquier manera, al igual que en el primer caso, esto se trata como un secuestro, al ser la chica menor de edad.
La polémica sobre la mayoría de edad
Hasta hace poco, en Japón las chicas de 16 años podían casarse sin la autorización de sus padres. Ahora, con los cambios en sus leyes, necesitan tener al menos 18 años para que se puedan casar legalmente.
Usando esto como base, en muchos de estos casos ha ocurrido que el acusado afirma que su plan era casarse con la chica, para así evitar las acusaciones de secuestro de la familia. Esto ha hecho que, en los casos en los que la otra parte no da declaraciones directas sobre un abuso, el caso quede en el olvido.
Se espera que se tomen medidas adecuadas para este tipo de casos, en los que se confirme por completo si la persona menor de edad sufrió o no algún tipo de daño antes de cerrar los casos.
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