Los clubes escolares en Japón
Todos los fans del anime, y los dramas japoneses, conocen muy bien los clubes escolares de Japón.
Si bien en el plano animado a veces se le da una importancia exagerada a los clubes escolares, así como una autoridad bastante irreal, en la vida real solo son un complementario a las clases, en dónde los estudiantes pueden compartir intereses mutuos, interactuar, e incluso subir sus notas. Lo usual es que cada uno elija con completa libertad a cuál club pertenecer, y que actividades del mismo realizar, sin embargo, han saltado a la vista varios problemas con este tema.
¿Por qué son tan importes los clubes escolares en Japón?
Dentro del sistema educativo de Japón, los jóvenes reciben una gran presión de parte de los profesores, y los mismos padres, para poder cumplir con los estándares educativos del país. Llegan a ser tantos, y tan complicados, los temas de estudio, que muchas veces los estudiantes terminan tomando clases extra para mantener el paso.
Muchas veces se ha oído hablar de estos estándares, que traen como resultado enormes jornadas de estudio, que ocupan casi todo el día, al punto en que los estudiantes tienen apenas unas pocas horas de sueño, o ninguna. Si a esto le sumamos el estrés de la época de exámenes, se vuelve imposible ejecutar cualquier actividad que pueda considerarse «juvenil», y de la misma forma, es impensable la idea de salir con amigos, o a conocer nuevas personas.
Todo esto da como resultado la formación en masa de Hikikomori, es decir, personas aisladas, sin ninguna conexión real con el mundo exterior, sin amigos, sin pareja, y, en muchas ocasiones, sin una pizca de conocimiento de las relaciones humanas. Lo único que pueden hacer las instituciones educativas para mejorar, aunque sea un poco, la manera en que se relacionan sus estudiantes, así como el tiempo de «ocio», es con los clubes escolares.
Aun cuando muchos de los clubes están dirigidos a enfocarse en una carrera, arte o materia en especial, tal y como ocurre con los clubes de deporte, que entrenan hasta poder competir, los de ciencias, que se enfocan en los estudios, y los tradicionales, que buscan mantener el aspecto más antiguo de Japón, hay muchos otros más modernos, enfocados en gustos particulares. Este es el caso del club de dibujo, el de cine, de fotografía, de literatura, e incluso de anime.
Por supuesto, la cantidad de clubes, así como su tipo de enfoque, y la libertad que tengan en sus actividades, varía mucho dependiendo del colegio, la zona, el prestigio, y muchas otras cosas más. En ciertos colegios, se pueden crear cualquier tipo de club, siempre y cuando no rompan las reglas escolares, solo con tener suficientes personas interesadas.
Estos clubes, según su intensión e intereses, pueden ser un lugar en que los estudiantes se dediquen por completo a aquello que los apasiona, o ser, simplemente, un rincón para poder descansar luego de tanto ajetreo y responsabilidades. Por esta razón, siempre se ha tomado a los clubes, y sus actividades, como algo completamente voluntario, para que no resulten en otra carga para los estudiantes.
¿Cuál es el problema?
Es claro que, un club que tiene la intensión de conseguir un objetivo, ya sea un premio, ganar una competencia, o preparar a sus integrantes para sus futuras carreras, tiene reglas más estrictas, con el fin de que todos los integrantes se tomen en serio al club. Pero, en el caso de los estudiantes que solo buscan un poco de calma y descanso, este tipo de presión no puede ser añadido solo porque sí.
Lo que inicialmente era un espacio libre, se convirtió con el tiempo en otra obligación más, con clubes que piden a sus integrantes el presentarse cada día, sin importar la carga de trabajo que tengan encima, participando en todas las actividades del mismo. Por supuesto, las quejas no se han hecho esperar, personal ser algo tan «simple» como el hecho de que los líderes de clubes pongan normas estrictas, realmente no es algo que le importe mucho a los directivos de escuela.
Aun cuando se intentó de varias maneras llevar este problema a la luz, tardó un buen tiempo en que llegara a oídos de una organización a la que sí le importara, y estuviera dispuesta a tomar cartas en el asunto. Este es el caso de la Conferencia de la juventud de Japón, una organización sin fines de lucro que busca dar una voz a los estudiantes en sus distintos problemas.
¿Qué se puede hacer para mejorarlo?
La Conferencia de la juventud, al saber esto, se puso manos a la obra para averiguar qué tan extendido está este caso por todo Japón, buscando a su vez la forma de dar una solución. En cierta manera, puede parecer algo muy sencillo simplemente recordarles a los líderes de los clubes escolares que todas las participaciones deben ser voluntarias, no obstante, esto está muy lejos de ser así.
Al ver que es algo muy recurrente, la mejor solución que se halló, de momento, fue coordinar con la Agencia de Deportes de Japón, encargada de distintas áreas relacionadas con la educación, para poder poner un alto a esto, y concientizar sobre la importancia de respetar las decisiones de sus integrantes. Esta charla se dio el pasado 9 de marzo, y se espera que en conjunto, estas dos organizaciones puedan resolver las cosas para los estudiantes japoneses.
Se ha llegado a plantear que los clubes escolares sean completamente eliminados del plan estudiantil, sin embargo, esta no es la solución más viable.
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