Uke Mochi, la diosa japonesa de los alimentos

Uke Mochi

Uke Mochi

Una de las diosas más importantes de la mitología japonesa es Uke Mochi, la kami proveedora de todos los alimentos. Es gracias a Uke Mochi que existen los alimentos de los japoneses (recordemos que su mitología excluye al resto del mundo, solo habla de su país). 

Muchos suelen confundirla con la diosa de la flora y fauna, o directamente diosa de la naturaleza, sin embargo, de ella surgen los alimentos, teniendo la capacidad de crear cualquier tipo de comida a partir de su propio cuerpo. Para ella, crear un plato de arroz no requiere más esfuerzo que suspirar. 

Uke Mochi es reconocida por ser quien organizaba los banquetes para los demás dioses, además de atribuirsele la existencia de la mayoría de especies animales, ya que su mito habla de las especies comestibles, pero estos animales suelen ser más variados que en otros países.

Su historia, al igual que la de la mayoría de los Kami, está registrada en el Kojiki, la recopilación de leyendas e historia más antigua de Japón.

 

La leyenda de Uke Mochi

Uke Mochi no Kami, también conocida como Ogetsu hime no kami, nació al descender de los cielos, en el momento de la creación, al encontrarse en el mundo caótico, que Izanami e Izanagi aún no terminaban de trabajar, ella se acercó al agua, y de su boca salieron todo tipo de peces y otras criaturas marinas comestibles por el humano, como los pulpos, los cangrejos, y cualquier otro, llenando al mar de vida animal que posteriormente sería pescada para comer. 

Al acercarse a las pocas islas que ya existían en aquel entonces, decidió dar vida también a los animales terrestres comestibles, pero con esto no le bastó, así que fue a campo abierto, y comenzó a crear enormes cantidades de arroz listo para cosechar. Cabe señalar que ningún animal o planta no comestible, o incluso venenosa, no es parte de las creaciones de Uke Mochi.

Ella vivió por mucho tiempo, conociendo a cada kami que nacía o aparecía, viendo crecer y ser cazados a los animales que creó, e incluso organizando grandes festines entre los demás dioses. Ella es además la diosa de la fertilidad, por lo que al principio cada nacimiento era una alegría para ella. 

Con el tiempo se convirtió en una de las diosas más veneradas por los humanos, quienes le estaban eternamente agradecidos por otorgarles los alimentos.

 

Su encuentro con el dios lunar Tsukuyomi

Como ya mencioné en el mito de Amaterasu, ella es la diosa del sol, y Tsukuyomi, su hermano, es el dios de la luna. Ambos se llevaban muy bien, y según algunos mitos, eran también esposos. Amaterasu, de carácter gentil, decidió que quería reunirse un día con sus hermanos, Tsukuyomi y Susanoo, el dios de los truenos, junto a Uke Mochi, por supuesto, así que organizó un gran festín para todos los dioses.

Al final Amaterasu no pudo asistir al banquete, aún así se realizó, siendo preparada toda la comida por Uke Mochi no Kami, quien preparó comida que llenaba más de cien mesas para todos los invitados. Pero, lamentablemente, es aquí donde ocurre la tragedia, resulta que Tsukuyomi siempre era un tanto distinto cuando no estaba con Amaterasu, comportándose a veces incluso peor que Susanoo, quien era conocido por tener uno de los peores carácteres de todos los kami. 

Sintiendo que aquella espléndida comida no era suficiente para él, que no era adecuada, le dijo a Uke Mochi que cocinara platillos distintos para él, que sí pudieran estar a su altura. Uke Mochi se molestó mucho por esto, ya que era la ofensa más grande que le habían hecho, sin embargo, mantuvo la calma, y se concentró en preparar una comida “digna”, que cayara a aquel dios.

Es así como ella utilizó sus orejas, boca y ano, para expulsar la comida más exquisita de toda su existencia, pero, al ver esto, Tsukuyomi enfureció mucho más, declarando que aquel acto era completamente indecente, a pesar de que esta era la naturaleza de la diosa. Ante esta escena, que él tomó como un insulto personal, sacó su espada y asesinó a Uke Mochi, descuartizándola. 

Al enterarse de todo esto Amaterasu corrió en búsqueda de Uke Muchi, esperando que no fuera verdad. Cuando al fin vió sus restos rompió a llorar, mientras los tomaba, para luego enterrarlos en la tierra. 

Ese día todos estaban de luto, la pérdida de la diosa del alimento era demasiado grave, por suerte, sus restos crearon semillas después de su muerte al ser enterrados, a su vez, de su cabello nacieron las vacas y demás animales ganaderos, mientras que de sus cejas nacieron las lombrices, que ayudarían a fertilizar la tierra. 

Con esto, el mundo entero celebró el suceso, respetando la memoria de la diosa. Por su parte Amaterasu, al estar impresionada por lo ocurrido, desarrolló un terrible miedo y desprecio hacía Tsukuyomi, por lo que desde entonces huye de él en todo momento. Tsukuyomi ciertamente no llegó a comprender la gravedad de lo que había hecho, pero sentía la necesidad de disculparse y arreglar las cosas con Amaterasu, razón por la cual la persigue sin descanso.

De esta forma se explica el porqué de la noche y el día, manteniéndose siempre distantes debido al miedo que Tsukuyomi genera en la pobre Amaterasu. 

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  1. Ricardo Monroy Sep 24, 2021

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