El problema del suicidio ampliado en Japón

Problemas de calidad de vida en Japón

Suicidio ampliado

Es bien sabido que en Japón, al igual que en varios países asiáticos, hay un gran problema con el tema del suicidio. Cada año, por más que se esfuerce el gobierno en tomar medidas y brindar apoyo, la tasa de muertes sigue subiendo. Esto ha escalado hasta el punto de ocurrir casos de “suicidio ampliado”, que atentan contra la seguridad pública.

Ante esta perspectiva, normalmente solo podemos estudiar las razones de los suicidios y por qué ocurren con tanta frecuencia en el país. Por desgracia, en estos últimos años, la cantidad de personas que cometen “suicidio ampliado” es alarmante.

Aunque claramente no es un problema único de Japón, la forma en que se ha dado, y la respuesta del agresor llama la atención. Se trata, después de todo, de gente que llega al otro extremo, y pierde por completo el sentido de la moralidad.

 

¿Qué son los suicidios ampliados, y por qué se consideran crímenes?

Normalmente, no consideraríamos a un suicida como un criminal, puesto que hablamos de personas que quieren acabar con su propia vida. El problema surge cuando estas personas deciden llevarse a más personas consigo, sin que estas estén de acuerdo.

Desde empujar a alguien a las vías del metro justo antes de lanzarse a sí mismo también, hasta causar una masacre con armas. La idea de la muerte no es lo único que los mueve, sino también, la de venganza.

El suicidio ampliado son todos aquellos actos de homicidio cometidos por suicidas que, o no quieren morir solos, o quieren ser condenados a muerte. Por ello, no dudan en entregarse, no intentan huir y, en la mayoría de los casos, no muestran arrepentimiento alguno.

Rompen con todo lo establecido en Japón, que se caracteriza por su cultura de poner siempre a la sociedad antes que a uno mismo.

Suicidio ampliado

La venganza y la sociedad

Las personas que cometen suicidio ampliado suelen dividirse en dos grupos. Aquellas que quieren llevarse consigo a quienes causaron su sufrimiento, y los que culpan a la sociedad entera.

 

  • Las que culpan a alguien

Es muy común que los suicidas culpen a alguien por su muerte, ya sea porque esta persona arruinó su vida de alguna forma, o por celos. Se dan casos de bullying, acoso, difamación, estafa, extorsión, e incluso el asesinato de un ser querido.

Las causas pueden ser muchas, pero terminan en el sujeto de estas desgracias, con deseos de muerte. Usualmente, cuando la persona siente tanta impotencia y odio a sí mismo como para morir, termina con un nombre señalado en la carta final.

Algunos detallan las razones, otros simplemente los mencionan como la causa de todo el mal. No obstante, algunos no se quedan solo con esto, y deciden llevarse consigo a la tumba esa persona.

Es así como terminan cometiendo homicidio, seguros de que no podrán descansar en paz hasta que esa persona haya muerto también.

 

  • Los que culpan a la sociedad:

En el segundo grupo ocurren dos casos particulares. Los que ven el suicidio ampliado como una forma de vengarse., y quienes lo ven como una opción por la pena de muerte.

En el primer caso, se trata de personas que sienten que su vida carece de significado, o que ha sido arruinada por la misma sociedad. Aquí entran causas como la presión social, que espera demasiado de ellos, y los mantiene en constante estrés.

Los problemas financieros, lo difícil que es conseguir trabajo, e incluso el bullying y acoso de grupos de personas. Sin olvidar, claro, cuando la persona tiene el constante pensamiento de que todo estaría mejor sin ellos.

Al no haber nadie a quien apuntar, pero sin perder los deseos de venganza, toman a la primera persona que les pase por enfrente. De esta manera terminan asesinando a alguien, o a varios, para sentir que de alguna forma la sociedad está pagando.

El segundo grupo, por su parte, puede tener las mismas motivaciones, pero no tener un sentido de venganza específico. Ellos suelen ser personas que ya intentaron quitarse la vida, pero fallaron en cada intento.

Al ver que morir es más difícil, y doloroso, de lo que creían, buscan una manera en la que no puedan fallar. Una que no duela, en la que incluso sean ayudados. Con eso en mente, llegan a la decisión de cometer un crimen que los lleve a la pena de muerte.

La pena de muerte, en Japón, suele darse en casos de asesinatos múltiples, y el juicio es corto cuando existen las pruebas. Aun si se entregan directamente, no hay piedad con este tipo de crimen cuando se es mayor de edad, por tanto, el suicida obtiene lo que desea.

 

Los casos que más han impactado a Japón

Siendo Japón uno de los países más seguros del mundo, a nivel delictivo, estos casos causan un gran impacto. Pese a que tiene precedentes, no es algo que sus ciudadanos puedan siquiera imaginar.

 

El incidente de la línea Keiö – Tokio

El año pasado, en 2021, hubo un caso que llegó a las noticias internacionales. Un hombre de 25 años, en la línea de Keiö a Tokio, apuñaló a una docena de personas, mientras prendía fuego al tren.

Esto sucedió sin ninguna advertencia, el asesino esperó a que el tren estuviera en movimiento para iniciar la masacre. Según testimonios, se veía enloquecido, y enfocó en apuñalar a los más cercanos, sin importar quienes fueran.

Al ser capturado, él mismo confirmó esto, afirmando que quería asesinar a al menos dos personas, quienes fueran. Lo único que le importaba, es que fuera imposible evitar la pena de muerte.

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