Hachiko: La historia de lealtad y amistad que conmovió a todo Japón

Hachiko: La historia de lealtad y amistad que conmovió a todo Japón

Hachiko

Tal vez te suene la película “Siempre a tu lado, Hachiko” del 2009, una historia que hizo llorar a más de uno. Pero, ¿sabías que se inspira en una historia real? 

A solo dos años celebrar los 100 años de Hachiko, te traigo esta historia increíble, que ha sido llevada a libros, películas y documentales. 

Hachiko hoy en día es un símbolo de Japón, que representa la completa lealtad, llegando al punto de ser comparado con la de un samurái hacia su señor. Por esta razón, algunos han llegado a calificarlo como un guiño al simbolismo fascista, sin embargo, su historia sigue siendo una cuestión a-política.

 

Hidesaburo Ueno

El dueño de Hachiko, Hidesaburo Ueno, era un profesor de ciencia agricultural en la universidad de Tokio, era un hombre solitario, aunque tenía una esposa y familia, necesitaba el cariño incondicional que podía ofrecerle una mascota. Así que un día, Ueno decidió adoptar un cachorro que le hiciera compañía.

Contrario a la película, en la cual se encuentra al perro abandonado, y decide quedarse hasta conseguirle otro hogar, la realidad fue que Ueno decidió adoptar a Hachiko, buscando la raza de perro que más se adaptara a lo que quería. Ueno terminó decidiendo por la raza Akita, que encajaba con la descripción de inteligente, valiente, y autónomo. 

Los Akita, conocidos por ser los antiguos guardianes de emperadores, eran muy difíciles de conseguir, debido a que quedaban pocos de raza pura. Habiendo alrededor de solo 30 perros de raza pura en Japón en ese entonces, era casi imposible que Ueno se lo encontrara por casualidad, como ocurrió en el filme.

 

La vida de Hachiko

En cuestión de unas pocas semanas, Hachiko y Ueno se volvieron inseparables. Hachiko aprendió rápidamente a comportarse, e incluso aprendió a seguir a su dueño cada día hasta la estación de tren, donde se separaban para que Ueno fuera a trabajar.

Hachiko cada día encontraba la forma de volver a casa, pero siempre volvía a la hora en que regresaba su dueño, como si tuviese un reloj para avisarle. Esto sorprendió a más de una persona, que jamás había visto hacer eso a un perro.

Siempre era la misma rutina de regresar juntos a casa, y así duró durante dos años, hasta que un día, el profesor Ueno murió de un derrame cerebral, mientras daba clases en la universidad.

Por supuesto, Hachiko no tenía forma de enterarse, los pocos familiares y amigos de Ueno estaban muy ocupados como para preocuparse por un perro, si es que tan siquiera sabían de su existencia.

Hachiko simplemente se quedó esperando a una persona que jamás llegó. 

Pero lo realmente sorprendente, fue la persistencia de este perro luego de eso. Hachiko iba cada día a la estación, y comenzaba a esperar siempre a la misma hora, durante 10 largos años. 

La única razón por la que pudo sobrevivir en este estado de constante tristeza al no ver a su dueño, fue por los comerciantes de la zona, que comenzaron a cuidarlo un poco, asegurándose que comiera. Conmovidos por la lealtad del perro, sentían pena por él, así que iban por ahí, contando la historia del perro.

Hachiko

Su historia

La historia de la vida de Hachiko se fue extendiendo cada vez más, llegando a los periódicos, sorprendiendo a miles de personas que comenzaron a ir a la zona, para poder ver al perro esperar por su dueño. 

Tanta era la admiración por Hachiko que, luego de 10 años de espera, cuando al fin murió, ya tenía una estatua en su honor, con un año de antigüedad. Por supuesto, cuando el perro murió de vejez y soledad, fue enterrado en el mismo lugar que su dueño, para que pudieran estar juntos por siempre.

La explosión de la noticia llego a ser escrita en un libro, que luego sería película, con algunas pequeñas cosas cambiadas, pero aun así manteniéndose fiel a la historia real. 

 

Su impacto en la cultura 

Hoy en día es casi imposible encontrar a un japonés, o incluso a un extranjero, que no haya oído hablar alguna vez sobre este perro. Muchas personas llegaron a bautizar de la misma manera a sus perros, así como arte inspirado en él, y muchas, pero muchas referencias.

Una de las referencias más claras y constantes es en el famoso anime “Nana”, donde al haber la existencia de dos personajes con el mismo nombre de Nana, una de ellas termina apodando a la otra “Hachiko”, por su personalidad tan parecida a la de un perro complaciente y fiel, que solo vivía para hacer feliz a otros. 

Además de esto existen menciones en animes o películas, que van desde un simple comentario, hasta llamar a una mascota de esa misma forma. 

 

Otras historias

Aunque Hachiko asombró (y deprimió con su película) a medio mundo, lo cierto es que no es ni el primer, ni el último perro en hacer algo así. Más bien diría que ha sido de los que más duraron con vida luego de perder a su dueño, pero esto no significa que los demás perros no sean capaces de esperar a su amo, sino que la soledad acaba con ellos más rápido.

De hecho, de hace poco tenemos la noticia de un perro en el puente Yangtze, en Wuhan, China, que esperó semanas en el mismo sitio a su dueño, quien se había suicidado, lanzándose del puente. Al contrario de Hachiko, este perro se negó a comer o beber de lo que le traían las otras personas, que se mostraron preocupadas por él, por lo que terminó muriendo muy pronto.

Y otro caso más de China, dónde un perro esperaba por su dueño afuera del hospital, llegando a quedarse allí hasta 3 meses, falleciendo por soledad. Su dueño había sido internado por coronavirus, y falleció poco después.

Estas y muchísimas historias más son comunes en todo el mundo, demostrando el amor que llegan a sentir estos animales. 

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