Año nuevo en Japón
El año nuevo es la tradición más importante del año en Japón, siendo una de las pocas celebraciones marcadas como día festivo en el calendario. Por el contrario, a la Navidad, que se celebra en pareja, el año nuevo es para estar en familia, agradeciendo por el año que acaba de terminar, y el que se aproxima, junto a un intercambio de regalos y buenos deseos que no tiene nada que envidiarle a la Navidad occidental.
Está festividad se trata del agradecimiento, razón por la cual todas sus tradiciones radican en ser conscientes de las cosas buenas del año que ha terminado, a la vez que piden por una mejor fortuna en el siguiente.
¿Qué hacer en año nuevo?
Al ser un día festivo, la gran mayoría de tiendas, restaurantes y centros de entretenimiento permanecen cerrados uno o más días, por lo que el turismo hasta cierto punto se ve reducido, aun así, es una excelente fecha para visitar Japón, que con las pocas tiendas y locales que permanecen abiertas, ofrecen una muy agradable experiencia.
De hecho, lo único que permanece abierto durante todo el año son los templos, siendo justamente estos los pilares de la celebración de año nuevo. La mayoría de los japoneses, sean creyentes del sintoísmo o no, se dirigen a los templos de su kami (dios japonés) favorito, a realizar ofrendas, peticiones y agradecer por cualquier favor anteriormente concebido.
En estos templos se concentran la mayoría de las tradiciones de la festividad de Año Nuevo, con la compra de amuletos, fortuna, y mucho más.
Omikuji
Una de las supersticiones que más destacan son los Omikuji, una especie de lotería de la fortuna que venden en los templos, en los cuales sale una descripción de cómo será el próximo año para ti, pasando entre una fortuna «excelente», a la más terrible mala suerte. Algo curioso de esta superstición, es que si te toca una de suerte puedes dejarlo atado en una zona específica, para que aquellos que tomaron una mala fortuna puedan deshacerse de esta tomando tu papel.
Tablillas ema
Se trata de un amuleto conformado por una tablilla con algún dibujo o grabado, hecho en el mismo templo. En esta tablilla de madera escribes lo que deseas obtener o lograr este año, usualmente se cuelga en el mismo templo, aunque algunos turistas prefieren llevárselo como recuerdo.
Omamori
Los amuletos de buena suerte por excelencia, hechos también en los templos, son sobres de tela colgantes con una tablilla u hoja rectangular en su interior, que contienen la bendición de un dios. Este amuleto puede usarse para todo, ya que existen de varios tipos, como ejemplo, los omamori para el amor, la riqueza, las calificaciones en el instituto, el parto seguro…
La característica única de los omamori es que no deben abrirse, pues de hacerlo se pierde la bendición.
Daruma
Por último un amuleto de la perseverancia cuyo objetivo es recordarnos nuestras metas, manteniendo la mente enfocada hasta lograrlas. Si bien el Daruma se puede comprar en cualquier época, al igual que el omamori, su relación con el año nuevo se debe a que es costumbre quemar los amuletos en año nuevo, y reemplazarlos inmediatamente.
Esto se hace debido a la creencia de que cuando son quemados los amuletos, las bendiciones en estos vuelven al cielo, como agradecimiento a los dioses, quienes a su vez se toman la tarea de bendecir los nuevos amuletos.
El intercambio de regalos
Aunque el intercambio entre personas cercanas, como son los amigos, la familia y la pareja, son completamente normales, es decir, regalas aquello que crees que le gustará a la otra persona, también existen los Nengajo, regalos perfectos para aquellas personas a las que tratas por «obligación».
Algo muy típico en Japón es querer mantener la armonía con todos, desde familiares lejanos, hasta los compañeros de la escuela o el trabajo, por esta razón, igual que cómo ocurre en San Valentín, existen regalos simples y baratos que pueden encargarse por lotes o cajas, para así regalar a todos los conocidos, sin quedar mal con nadie. En este caso, el Nengajo es una postal japonesa con frases de buenos deseos que pueden ser personalizados, o directamente arreglados por la empresa.
Es usual que estás postales se empiecen a enviar desde semanas antes a Año Nuevo, pero independiente de esto, todas llegan a su destino el 1 de enero.
La felicitación al emperador
En Japón solo hay dos ocasiones en todo el año en las cuales gran parte del palacio imperial es abierto al público, y a su vez, el emperador y su familia salen a saludar a los ciudadanos desde el balcón, siendo justamente Año Nuevo, y el cumpleaños del soberano estas dos fechas.
Durante este día miles de japoneses y turistas entran a admirar el palacio, y puesto que la seguridad es muy estricta, si quieres ir tendrás que llegar temprano para entrar a tiempo para el saludo del emperador.
La duración del Año Nuevo
Al ser está la celebración más importante del año, es común que la mayoría de empresas cierren desde el 29 de diciembre, hasta el 4 de enero, por lo que muchos japoneses aprovechan estos días para viajar a sus pueblos natales y pasar las fechas con su familia, cosa que no ocurre en Navidad, que ni siquiera se considera festivo.
Dependiendo de la zona esta cantidad de días libres puede variar, llegando en algunos casos hasta el 14 de enero, mientras que en otros apenas se descansa el 31 de diciembre. Aun si se trata de un solo día de descanso, los japoneses suelen alegrarse de tener un poco de descanso luego de un largo y pesado año.
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