Animadores en Japón: sueldos miserables y pésimas condiciones

Animadores en Japón

Animadores en japon

Muchos fanáticos del anime, así como distintos artistas, han fantaseado con la idea de poder trabajar en grandes estudios de animación, dando vida a sus amados personajes, pero, ¿realmente es tan bueno ser animadores en Japón, como imaginamos?

Cualquiera pensaría que, con el gran impacto del anime a nivel internacional, junto a los proyectos cada vez más grandes, ganando montañas de dinero, los animadores en Japón ganarían un buen sueldo, o al menos, uno decente como profesionales. Muy lejos de este pensamiento, la realidad es terriblemente distinta.

Desde 2015, hasta ahora, en pleno 2022, apenas ha habido cambios en las condiciones y sueldos de este trabajo, que ya en ese entonces, ganaba muy mal. Ni siquiera es como si habláramos de estudios pequeños, con bajos presupuestos, sino de los más grandes estudios de Japón.

Tal vez creas que no es para tanto, pero, ¿te imaginas trabajando como profesional en una de las empresas con mayor ganancia en el sector de entretenimiento, por mucho menos del sueldo mínimo? Claro que, esto también se da en otras partes del mundo, con otros puestos, pero no deja de ser igual de indignante.

 

¿Cuánto le pagan a los animadores en Japón?

Esta respuesta depende de cada estudio, de los tratos y contratos, sin embargo, los pocos que se han atrevido a hablar de sus sueldos, y han intentado protestar, de alguna forma, afirman que ganan entre 1,80 y 2,50 por fotograma.

Tomando en cuenta que cada fotograma requiere su trabajo, y los animadores «novatos», que llevan apenas un par de años en el sector a duras penas, podrían llegar a hacer 300 fotogramas al mes, con mucho esfuerzo, esto nos da una terrible suma de alrededor de 600 dólares al mes. A esto, sin mencionar todo el dinero que se va en impuestos.

En ciertos países, 600 dólares al mes puede ser una cifra deseable, sobre todo en algunos latinoamericanos, pero, en este caso, hablamos de Tokio, una de las ciudades con costes de vida más costosas del mundo. La sola vivienda, aun si se trata de una habitación extremadamente pequeña, puede costar más que eso.

Mientras tanto, el sueldo de un trabajador de medio tiempo en atención al público, fácilmente ronda los 1,200 dólares al mes, y aun así, sigue siendo un sueldo mínimo, con el que apenas se vive en Tokio. A estas alturas, apenas podemos entender cómo los animadores en Japón no han entrado en huelga.

 

¿Por qué se paga tan poco en una industria tan grande?

Lo usual sería que, con la gran demanda y ganancias del anime, que aumentan en cada temporada, los puestos fueran mejor pagados, por la competencia. Pero, como suele ocurrir en muchos otros sectores, es todo lo contrario.

Los estudios buscan la forma de aumentar las ganancias, sin aumentar el presupuesto, pero, para aumentar las ganancias, hacen falta más y más calidad en las producciones.

Bien que tenemos el ejemplo de MAPPA, el estudio que hizo animes famosos como Shingeki no kyojin, Madoka Mágica y muchos más, que fue criticado por pagar lo menos posible a sus animadores. A todo esto simplemente respondió que tomaría medidas, para que sus animadores no volvieran a quejarse, aumentando las restricciones en su contrato, con los temas de confidencialidad.

Debido a esto mismo, no podemos negar o afirmar con completa seguridad si el salario subió, o si simplemente despidieron a los involucrados y aumentaron sus normas. De cualquier forma, poco se espera de este tipo de estudios, que sacan constantemente proyectos de una calidad impresionante.

Al final, casi se podría decir que en cuanto más calidad tiene la animación, más animadores están trabajando como esclavos. Aunque esperamos que este no sea el caso de todos los estudios de renombre, poco se puede hacer al respecto si los mismos no alzan la voz por miedo a ser reemplazados.

Animadores en japon

Animators Supporters

Debido al horrible trato laboral al que se someten estos animadores, que además de tener sueldos miserables, además suelen tener jornadas extensas, se creó en 2011 una compañía sin fines de lucro llamada Animators Supporters. Esta se encarga de hacer diversas campañas de crowdfunding cada año, para ayudar, de distintas maneras, a los trabajadores de este sector.

Entre estas campañas, la que más destaca, y promete, es la de Animator dormitory project, una campaña que busca, como su nombre lo indica, proveer un dormitorio a los animadores en Japón. Todo esto con la intención de ayudar con uno de los gastos más fuertes a los que se enfrentan en Tokio, el de alquilar una vivienda.

Desde su creación, ha dado alojamiento a los nuevos animadores, que al no tener la experiencia suficiente, no pueden alcanzar ni siquiera a hacer esos 300 fotogramas. Al ser así, los sueldos apenas son de entre 200 y 400 dólares al mes.

Además de un techo, este proyecto se encarga de dar asesoría, apoyo y mentorías de animación, para que así puedan mejorar más fácilmente, y, por tanto, ganar más. Aunque claro, esto no resuelve el grave problema de los sueldos, hace una gran diferencia.

 

¿Pelear o renunciar?

Ante tal injusticia, los animadores en Japón solo pueden hacer dos cosas, renunciar cuando ya no pueden más, o intentar mejorar la situación. Lamentablemente, lo más común, desde hace tantos años, es abandonar su pasión.

De hecho, en las redes oficiales de Animator dormitory project, tenemos varios testimonios, así cómo estadísticas, que nos hablan sobre cómo los animadores nuevos, suelen renunciar a los 3 años. Dependiendo de la persona habrá quienes se rinden antes o después, pero puede redondearse a esta cifra.

La razón por la que hay tan pocos intentos de hacer un cambio real en este sector es por la propia naturaleza de la cultura japonesa, que como sabemos, suele evitar al extremo el conflicto. Además, casi nadie está dispuesto a ser marcado como alguien «problemático», ante la sociedad, y las otras posibles oportunidades de empleo.

Solo podemos esperar a que con el tiempo más estén dispuestos a alzar la voz, para asegurar un sueldo y tratos justos.

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