La leyenda de Kitsune, los hombres y mujeres zorros

La leyenda de Kitsune, la dama zorro

la leyenda de kitsune

Una de las cosas que no pueden faltar cuando hablamos de la cultura japonesa, es sus leyendas y mitología. Miles de historias sobre cada dios, cada animal y planta, cada celebración… relatos tan antiguos, que llegan desde las primeras dinastías, o incluso antes. ¿Te apetece descubrir un poco sobre ello? En esta ocasión, te traigo la leyenda de Kitsune, la dama zorro.

Cada país tiene su propia leyenda, sobre hermosas mujeres que seducen a los hombres, para llevarlos a su perdición. Otras, sobre seres que toman forma humana, para guiar por el mal camino a sus presas, secuestrándolos o devorándolos.

Podría decirse que estas son las historias más comunes, que solemos encontrar en cualquier cultura. Parece ser que en cada civilización, las femme-fatale eran más terroríficas que cualquier espectro nocturno. 

 

¿Qué es un Kitsune?

Los Kitsune son criaturas mitológicas japonesas, que normalmente se asocian a los zorros. Hombre y mujeres que pueden convertirse en zorros, los cuales, cuentan con sabiduría y poder que van acumulando con los años. 

Puedes saber que tan poderoso es un Kitsune viendo sus colas, en cuanto mayor cantidad, mayor poder. El mayor rango es el de nueve colas, al que se llega luego de los 1,000 años.

Seguro has visto cientos de referencias a esto, si has visto anime. El ejemplo más claro es Naruto. Por otro lado, si nos vamos a Netflix, en el capítulo 7 de Love, Death + Robots, podemos ver un capítulo entero dedicado a una kitsune que se ve obligada a vivir en una tierra industrial, perdiendo parte de su poder por ello (aunque es ambientada en china).

 

Su Apariencia

Normalmente el papel de Kitsune se le asocia a una mujer bella, que se divierte convirtiéndose en humana, haciendo travesuras a los humanos, sobre todo a los hombres.

Independientemente de cuál forma escoja, ya sea una mujer, o un niño pequeño, la sombra del kitsune siempre será la de un zorro, por lo que puede descubrirse su identidad gracias a esto. 

 

Sus Poderes

Se cuenta que entre sus poderes, poseen la habilidad de manipular los sueños y la realidad, pueden crear ilusiones, e incluso logran volar.

 

Los zorros buenos y malos

Existen muchas leyendas respecto a este ser, en algunas, es un ser despreciable y sin emociones, que solo busca el mal, en otras es una criatura sin malicia, que simplemente busca hacer algunas travesuras inocentes, en otras es una víctima de los humanos… Y la lista sigue y sigue.

Por esto, su mito se divide en dos variantes, los Kitsune tipo Yako, conocidos como zorros de campo, que se dedican a las travesuras, y a vagar, viviendo su vida según sus instintos, como un zorro lo haría.

La segunda variante, son los kitsune tipo Zenko, conocidos como zorros celestiales, quienes sirven a la diosa Inari, de la fertilidad, como sus fieles sirvientes. Se encargan de proteger los bosques y posesiones de la diosa, y suelen estar tranquilos. 

 

Su debilidad

Curiosamente, los kitsunes, a pesar de todo su poder, le temen a los perros. Y es que al verlos huyen, aun si en el momento mantienen una apariencia humana. Los perros puedes ver a través del disfraz del kitsune, alertando a su dueño, ladrándole a ser sobrenatural para espantarlo.

 

Su aparición en China y Corea

Esta leyenda no es solo parte de Japón. El zorro de nueve colas, es parte importante de la mitología y cultura China y Coreana, siendo en Corea, un ser maligno, del que se debe escapar, mientras que en China, es una hembra que puede convertirse en mujer, para llevar a hombres a la perdición.

la leyenda de kitsune

¿Dónde lo puedes encontrar?

La figura del kitsune puede conseguirse en cientos de templos sintoístas, protegiendo las entradas a estos. Además, se han convertido en parte de la cultura popular, gracias a las máscaras que pueden verse y comprarse en casi cualquier parte de Japón, siendo muy utilizadas en las distintas festividades.

 

¿Deidades o Yokai?

A los kitsune normalmente se les brindan ofrendas, al igual que como se le ofrecería a un dios, ya que son los protectores de los bosques y aldeas, sin embargo, lejos de ser dioses, son en realidad un yokai, una entidad espiritual.

 

¿De dónde viene la conexión con la “dama zorro”?

Entre las muchas leyendas de este yokai, las más famosas son las que involucran a los kitsune que toman forma de mujer.

Según cierta leyenda, por ejemplo, hace mucho era común que hombres se casaran con un kitsune por error, ya que descubrían la realidad en el lecho de bodas.

En esta historia, un hombre japonés, ya casado y con hijos, un día salió como de costumbre, sin embargo, en medio del bosque que separaba su hogar de la aldea, se encontró con una joven muy hermosa, que parecía perdida. El hombre, al ver semejante belleza, cayó profundamente enamorado, decidiendo abandonar a su familia, para casarse con la misteriosa mujer.

Ambos se escapan juntos, y se conocen, llegando a tener un amor correspondido, sin embargo, por alguna razón la mujer siempre desaparecía todo el día, quedándose con su amante solo en las noches. A este no le importaba mucho, ya que era feliz pasando las noches con ella.

Pasaron las semanas, y su familia lo buscaba sin cesar, pero no hallaban nada, como si se hubiera desvanecido de la nada. Mientras él, planificaba con su amante la boda que tendrían pronto, para formar una nueva familia. 

El día de la boda llegan muchísimas personas, todos parientes de la novia, que festejan toda la noche con mucho alcohol. Todo es aparentemente normal, hasta que llega el amanecer.

Debido al alcohol, ni los familiares ni la novia salieron de la casa, y al estar todos dormidos, los hechizos se rompen. Es ahí cuando la primera esposa encuentra a su marido, luego de meses, debajo de su casa, rodeado de docenas de zorros y mucho excremento de estos. (recordemos que las casas japonesas antiguas no estaban en el suelo, sino que se alzaban unos cuantos centímetros, dejando espacio debajo).

Desde entonces, el hombre no volvió a ver a su esposa kitsune, por lo que debió volver a su antigua vida.

Comentarios (No)

Deja un comentario