Omikuji, la forma japonesa de dejarlo todo al azar

El Omikuji

Omikuji

El Omikuji es una especie de oráculo japonés, tratándose de un simple papel doblado con un mensaje de buena o mala fortuna en su interior. Este “oráculo” es sumamente famoso en Japón debido a su popularidad durante el año nuevo, momento en el cual todos desean saber cómo será este nuevo año. 

A pesar de que esto parece ser solo una versión japonesa del horóscopo impartido en año nuevo, lo cierto es que es una costumbre mucho más importante de lo que parece. Es una de las costumbres japonesas a la que están tan acostumbrados, que terminan por seguir haciéndolo sin pensar, casi por inercia, más que por creencias.

 

Su origen

¿Por qué digo que el Omikuji es la forma japonesa de dejar las cosas al azar? Simple, porque justamente de eso se trata el Omikuji, siendo este el verdadero origen de esta costumbre.  

Se cree que su origen es del periodo Edo, entre el 1603 – 1868, debido a la mala costumbre de utilizar el Omikuji como medio para elegir al sucesor de ciertos territorios, abarcando desde pequeñas aldeas, hasta grandes ciudades, lo que terminó por causar más de un problema. 

A su vez, también se dice que su origen viene de mucho antes, en el período Kamakura, que va desde el 1192, hasta el 1333, en el cual los agricultores solían tener algunas discusiones por decidir en qué orden y prioridad se sembrarían los alimentos, así como el riego de estos. Ante estos problemas la mejor solución que pudieron encontrar fue la de escribir los nombres de cada planta en papelitos, para luego escoger al azar el orden. 

Por supuesto, esto no era así de sencillo, sino que además lo común era ofrecer ofrendas o danzas a los dioses, para pedir por su guía y sabiduría, logrando regresar a su realidad, en poco tiempo. De cualquier forma, la idea es la misma, resolver problemas gracias a la suerte y fortuna, mientras se dice que es la decisión de los dioses. 

 

¿Cómo funcionan?

Estas “primeras versiones”, poco o nada tienen que ver con la versión de hoy en día que se encuentra en casi cualquier parte de Japón, sobre todo en los templos sintoístas y budistas. Esta “voluntad divina impartida al azar”, se consigue al dar una ofrenda de apenas unos yenes, estando entre los amuletos más baratos de Japón. 

Omikuji

La elección

Luego de la ofrenda, la predicción puede obtenerse de varias formas, dependiendo del santuario o templo. Hay algunos bastante modernos que imparten los Omikuji con la ayuda de una máquina expendedora, por lo que su función es muy sencilla, y pueden encontrarse incluso en tiendas cercanas a los templos. 

Otra manera, es cuando están los papelitos en unas repisas o una caja, y simplemente se saca uno completamente al azar. Por otra parte, hay templos que requieren más pasos, debido a la gran cantidad de personas que visitan los templos en año nuevo y algunas otras festividades. 

Entre estos, están lo que piden que se utilice una especie de recipiente hexagonal, para sacar una varilla de bambú, la cual contiene un número que señala la caja de la cual se debe sacar la predicción, de esa forma se aseguran que no tomen todos del mismo recipiente. 

 

El significado

Al ser predicciones, hay cierta cantidad de versiones, que van desde una excelente buena suerte, hasta una gran mala suerte, junto a varias predicciones más específicas sobre aspectos como los negocios, el romance, los viajes y más. 

大吉  (Daikichi): Excelente buena suerte
中吉 (Chūkichi): Buena suerte moderada
小吉 (Shōkichi): Pequeña buena suerte
吉 (Kichi): suerte
半吉 (Hankichi): Media suerte
末吉 (Suekichi): Suerte futura
末小吉 (Sueshōkichi): Pequeña suerte futura
凶 (Kyō): Mala suerte
小凶 (Shōkyō): Pequeña mala suerte
半凶 (Hankyō): Media mala suerte
末凶 (Suekyō): Mala suerte futura
大凶 (Daikyō): Gran mala suerte

Estos son los primeros y más grandes kanjis que aparecen en el Omikuji, y se refieren al tipo de fortuna que te tocó de forma general. Entre todos estos, obviamente todos queremos conseguir el mejor de todos, el de “Excelente buena suerte”, sin embargo, aun si nos sale una mala predicción no hay que preocuparnos.

En el caso de tener un mal Omikuji, lo que puede hacerse es atar el papel, para que de esta forma la fortuna se quede atrapada, en un árbol de pino. Este árbol en específico es elegido por cómo suena su nombre 松, matsu, que recuerda al verbo Matsu, que significa esperar. Claro que, no todos los templos tienen pino a su alrededor, por esto, lo usual es tener espacios especiales para poder atar el omikuji.

Si te toca una buena fortuna tienes dos muy buenas opciones. Puedes llevarlo contigo, ya sea como un amuleto, o simplemente guardarlo en un cajón o cualquier otro lugar o, puedes atar tu fortuna junto a las de mala fortuna, para que de esta forma tu predicción logre mejorar la de otra persona al azar, contando como una buena acción que los dioses ven con buenos ojos. En este último caso, se cree que los dioses devuelven la buena fortuna atada multiplicada, por lo que sin duda es una excelente opción.

 

Tomando decisiones

Aún hoy en día hay muchos japoneses que deciden dejar sus decisiones “en las manos de los dioses”, o mejor dicho, completamente al azar. Esto suele ocurrir más cuando hay que elegir entre dos únicas opciones, o cuando se quiere directamente saber cómo le irá a la persona en su nuevo empleo, colegio u otro. 

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