Los Samuráis, su vida y código de honor

Los Samuráis

Los Samuráis

Los famosos guerreros japoneses, armados con espadas y un fuerte sentido del honor. Muchas son las leyendas sobre sus hazañas, y las películas referentes a ellos suelen tener casi tanto público como las de Karate. Tantas son las cosas por contar acerca de los samuráis que, en esta ocasión, me dedicaré a revelarte toda la verdad sobre sus vidas.

¿Quiénes eran los Samuráis?

Es normal comparar la figura del samurái, con la de un caballero occidental, ya que ambos eran guerreros entrenados para servir a un señor feudal.

Pero, en el caso de los samuráis, estos podían venir de cualquier origen, y era muy común que los plebeyos se unieran a estos ejércitos. Hay incluso historias sobre extranjeros que llegaron a ser samuráis, como es el caso de Yasuke, quien solía ser un esclavo.

Tan raros eran los extranjeros en esos tiempos, que al verlo, muchos pensaban que se encontraba sucio o pintado, ya que nunca habían visto una piel tan oscura.

Cosa algo contraria a los caballeros occidentales, que usualmente venían de familias nobles, aunque estas fueran de bajo rango, y rara vez aceptaban plebeyos.

Hay que recordar no confundir caballero, con soldado, que si podía llegar a ser cualquiera.

Los samuráis le debían la vida a su señor feudal, siendo esto claro con el nombre que llevan. Samurái = Samurau = Servir.

El código de un Samurái

Los samuráis, en su mayoría, seguían las enseñanzas budistas zen, que los llevaban por un camino de sencillez, humildad, y rectitud. Muchos practicaban la meditación, la ceremonia del té (una ceremonia tan importante, que era hecha en una habitación especial, solo para esto), y claro, tenían gusto por los jardines zen.

El Bushido

“El camino del guerrero” trata de un código no escrito, pero conocido y aplicado obligatoriamente por todos (aunque siempre hay algunos que salen de la regla y no cumplen).

Esto era la vida de un samurái, su forma de actuar y pensar, siendo parte de su honor como guerrero, pudiendo perder la vida si no los cumplía. Estos eran los valores de los samuráis, la lealtad, la justicia, el honor, la compasión, la sinceridad, la cortesía y el valor.

El seppuku y el Harakiri

El suicidio en Japón no es solo una cuestión de esta era. En estos años tan antiguos, donde vivían los samuráis, siguiendo su código de guerreros a toda costa, llegaban al punto máximo de toda lealtad, al no solo morir defendiendo a su señor feudal, sino por tener la valentía y honor de suicidarse como autocastigo por romper alguna parte del código, fallarle a su señor, o ir en su contra.

El ritual de suicidio, conocido como seppuku, era realizado como última muestra de su honor y orgullo como samuráis, falleciendo por sus propias manos, de forma perfecta, acorde al ritual.

¿Imaginas tener que hacer algo así? No solo quitarte tu propia vida, sino tener que mantener la calma en todo momento, sin temblar, para que la ceremonia salga tal y como debe.

Para realizar el seppuku, el samurái debía hacerse un corte limpio en el vientre, logrando tener una muerte “admirable y hermosa”. Este acto de suicidio apuñalando el vientre se conoce como harakiri, y era la forma más común de suicidio en esos tiempos.

Pero, ¿por qué matarse de esta forma? Se creía que en esta zona reside el honor y el orgullo, por lo que al apuñalarlo, se recuperaba el honor perdido.

Estilo de combate y armas

Contrario a la imagen fantasiosa que nos dan las películas y cuentos, los samuráis no se apoyaban solo en sus espadas para pelear.

Estos guerreros eran conocedores de varios estilos de pelea, además usaban el arco y flecha, así como un pequeño cuchillo llamado tanto, y una espada corta de nombre wakizashi.

Por supuesto, su arma más famosa, y la que más se solía usar, era la Katana, una espada de alrededor de 60 cm, cuyo filo era extremadamente afilado, teniéndolo de un solo lado.

Las katanas eran consideradas el alma misma del samurái, por lo cual, ofender una espada era ofender a su dueño, nadie más aparte de su dueño podía tocarla, y solo accedían a ellas los samuráis que terminaban su entrenamiento.

Los Samuráis

Su armadura

Una armadura pesada y enorme, pero muy flexible a su vez. Las armaduras, al igual que las katanas, eran objetos de suma importancia, formando parte de sus rituales, antes de cada batalla.

Estos estaban hechos de muchas escamas de hierro, lo que permitía la movilidad del samurái, y mantenía un peso “ligero” de solo 11 kilos (recordemos que en esta época había kimonos que pesaban hasta 20 kilos, por lo que 11 no eran nada).

Además de la armadura, los samuráis utilizaban máscaras de aspecto demoníaco, para infundir miedo en sus enemigos, y protegerse. Ya que la cabeza del enemigo era considerado un premio en ese entonces, muchos quemaban incienso dentro de la máscara, para que así, si les llegaban a cortar el cuello, al menos su cabeza tendría un olor horrible, y se descompondría más rápido.

Samuráis fuera de la norma

Al igual que como pasa con los caballeros errantes, los samuráis podían estar sin un señor feudal al que seguir, aunque esto solo ocurría en contadas ocasiones.

En este caso, eran llamados Ronin (samurái vagabundo), hay muchas leyendas sobre este tipo de guerrero, pero la que más resalta es “47 Ronin”, una historia tan famosa, que fue llevada a los cines en “La leyenda del samurái

El final de los samuráis

Aunque ya llevaban buen rato “extinguiéndose”, su final se dio en la era Meiji (1868 – 1912), tiempo en que Japón se abrió a los extranjeros, dónde ya no existían los señores feudales, por lo que no había necesidad de protegerlos.

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