El origami es uno de los artes japoneses más conocidos a nivel internacional. Es tanto así, que es usual que se enseñe en las clases de arte de primaria de muchos países.
Se trata del arte de doblar papel para crear figuras y formas impresionantes. Para ello, no se debe cortar ni pegar ninguno de los pliegues
Es conocido por muchos como un pasatiempo interesante y entretenido, que juega con la creatividad, y la capacidad de seguir indicaciones al pie de la letra. Por esto mismo, es un tipo de arte que cualquiera puede hacer con relativa facilidad, desde los niños pequeños hasta los ancianos.
No se necesita de ningún talento en particular para hacer la mayoría de las formas populares. Aunque sí hay personas que se enfocan en este arte por completo, llegando a generar todo tipo de figuras impresionantes.
Es, al mismo tiempo, una actividad divertida y relajante, perfecta para ser usada como medio de expresión artística, o como herramienta educativa.
En este artículo de Japorenas, nos centraremos en su historia, los tipos de papel, las figuras básicas y las distintas ventajas que trae consigo practicar este tipo de arte.
La historia del origami
El origami tuvo su origen “recién” en el siglo XVII. Antes de esto, era usual cortar el papel en vez de doblarlo, pero, ya existían otras artes que involucran el doblar pliegues, el Furoshiki.
El arte “Furoshiki” se refiere al arte de envolver regalos con un trozo de tela.
Fue este arte en particular lo que inspiró a los japoneses a comenzar a doblar el papel, que permitía hacer formas más complejas, para poder decorar mejor los regalos.
Con el paso del tiempo, esto dejó de ser una práctica exclusiva de la decoración de regalos, a ser un pasatiempo por sí mismo.
Llegado a este punto, no tardó mucho en que comenzaran las primeras competencias de origami, con exhibiciones en las que se podía admirar la técnica de cada artista, así como su belleza y creatividad.
¿Qué tipos de papel se utilizan para el origami?
La mayoría de los tipos comunes de papel suelen ser una buena opción.
Lo único que hay que tener en cuenta, es que el papel en cuestión sea lo suficientemente fuerte como para mantener la forma que se le dé al ser doblado. Pero, también debe ser suave para permitir que se pueda doblar con facilidad.
Existen algunos tipos de papel que se recomiendan para hacer origami, como son:
Papel de origami tradicional
Hay un papel que está hecho específicamente para hacer origami. Se trata de un papel especialmente fino, de una fibra larga, de una corteza de árbol de morera. Este tipo es suave y muy fácil de doblar.
El papel de origami tradicional es el mejor para los principiantes.
Papel de arroz
Si lo que se busca es hacer un diseño mucho más delicado y detallado, el papel de arroz es el ideal. Es un papel más delgado que el papel de origami tradicional, y tiene un tipo de textura más rugosa.
Papel Washi
Por último, destaca el papel Washi, un tipo de papel japonés tradicional que se hace a mano, con fibras de plantas. Es una buena opción si se quiere hacer diseños complejos y detallados, gracias a que es un papel fuerte y duradero.
Figuras básicas de origami
Existe una cantidad infinita de figuras que se pueden hacer mediante las técnicas del origami, sin embargo, hay algunas que destacan por ser las más fáciles o las más conocidas.
La grulla
La grulla no es la más sencilla, y además, se requiere de cierta habilidad para hacerla, aunque tampoco es demasiado complicada. Aun así, ocupa el primer lugar por ser la forma más famosa del origami.
Es un diseño relativamente fácil, con algunos pocos pliegues de papel. Resalta, además, por ser el símbolo de la buena suerte en la cultura japonesa.
Se suele hacer no solo por pasatiempo o práctica, sino también como regalo a personas que están enfermas, o que necesitan un poco de suerte en sus vidas.
El avión de papel
Esta sí que es una de las formas más fáciles que existen del origami. Tanto así, que es popular entre los estudiantes, por lo divertido que resulta crear estos papeles para lanzarlos por ahí.
Algunos añaden notas a estos aviones, antes de lanzarlo a la persona a la que se le quiere entregar.
El barco de papel
Así como el avión de papel es popular, ya que se puede lanzar, el barco de papel también es otro de los favoritos de los jóvenes y los niños. Es una figura de origami que tiene la capacidad de flotar en el agua, de la misma manera en que lo haría un barco.
La caja de papel
Para finalizar, un tipo de origami que no es particularmente famoso, pero es de los más sencillos. Esta figura permite almacenar cosas dentro de sí, pero, al ser de papel, no es muy confiable.
Los beneficios de practicar el origami
Algunos de los beneficios que trae el practicar el arte del origami son:
Reduce el estrés
Esta es una de las actividades más relajantes. Se suele comparar a la relajación que traen otras actividades como tejer. Al ser un proceso simple, en el que, a lo mucho, se siguen instrucciones, resulta un tiempo casi meditativo, que ayuda a calmar tanto la mente como el cuerpo.
Mejora la coordinación
Una de las razones más importantes por la que este tipo de arte es enseñado en las escuelas, es gracias a que mejora la coordinación mano-ojo, algo fundamental en el desarrollo infantil. Aunque, claro, así como ayuda a los niños pequeños, puede resultar muy estimulante e igual de bueno para una persona mayor.
Estimula la creatividad
Si bien se empieza siguiendo instrucciones, la mayoría de las personas no tardan mucho en comenzar a intentar todo tipo de pliegues, para crear nuevas formas.
Fomenta las habilidades de resolución de problemas
Cuando se usa como medio de aprendizaje, las habilidades de resolución de problemas se vuelven parte del proceso.
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